No podíamos pasarlo por alto, no nombrarle, no enseñarle.
En enero falleció el fotógrafo estadounidense Milton Rogovin. Apasionado por trasladar su cámara a Sudamérica una y otra vez, la quimioterapia no fue suficiente.
Con 101 años de vida, fue más que fotografía. La aventura hispanohablante empezó cuando el mismo Neruda le invitó a pasearse por las calles de Chile. Y no pudo evitar el volver. Este hombrecillo de fotografía más que trabajada, volvió en diferentes ocasiones, ocho años más tarde, diez,... para retratar a la misma gente que fotografió años atrás, buscándoles por las calles y enseñando las fotografías pasadas a los vecinos, hasta dar con esas caras algo cambiadas. Cuando se quedó sin visión, se pasó a la poesía. Artista, diría.
¡Psh! No quiero ser como Beckam, déjate de películas, ¡y aspira a ser un Rogovín, hombre ya!
Y por dios, ¡fotografía!:
0 comentarios:
Publicar un comentario